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La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras Salvadoreños se constituyó el 31 de octubre de 2005 y obtuvo su personería jurídica el 11 de enero del año siguiente.

viernes, 23 de mayo de 2008

Reportaje

El “a, b, c” del alto costo de la vida

El drama cotidiano
“Lorena” (nombre ficticio) es una mujer de 32 años, que vive sola con su hija y para sostener a su familia debe trabajar en una maquila de la zona franca de San Marcos. Un trabajo arduo, pero poco remunerado. Esto no es nuevo, desde los 21 años Lorena conoce muy bien la realidad en las maquilas.

Ganando a penas el salario mínimo debe ingeniárselas para mantener a su familia: “Bueno, primero mi hija se queda donde mi Mamá mientras trabajo…por la situación (económica) la mando a estudiar a una escuela nacional y aunque no le puedo comprar todo lo necesario para vivir, trato de darle al menos para que siga estudiando…para que se preparare” afirma.

Para Lorena el incremento del cinco por ciento al salario en las maquilas “no significa la gran cosa, porque con todos los descuentos que se harían, al final no quedaría mucho… aparte de que las cosas se están poniendo cada vez más caras”.

Al igual que Lorena miles de familias salvadoreñas sufren en exceso la crisis económica y especialmente deben afrontar el alto costo de la vida con bajos salarios.

Para el Secretario General de la Confederación Sindical de Trabajadores Salvadoreños, Neftalí Colocho se debe profundizar en las causas reales sobre el encarecimiento de la vida, que en los últimos meses se ha vuelto imparable.

El origen del alto costo de la vida
Desesperación e incertidumbre son las palabras que florecen en los labios de los y las salvadoreñas cuando se enfrentan a la sobre vivencia cotidiana.

El encarecimiento progresivo de la canasta de mercado que incluye alimentos, vestuario y los servicios como electricidad, transporte, gas propano, salud, educación, vivienda, entre otros, representan un verdadero calvario para la Clase Trabajadora.

Según estadísticas del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) la canasta de mercado durante el año 2007 reportó un costo promedio de 705 dólares con 57 centavos, experimentando un alza de 31 dólares en comparación al año 2006. Cifra incosteable para una familia urbana promedio, cuyo salario mínimo es de aproximadamente 183 dólares al mes.

Un ejemplo representativo del imparable incremento en el costo de la vida lo sufre la Canasta Básica que se compone de los alimentos más indispensables, como verduras, carnes y granos básicos. En cifras del CDC solo el fríjol sufrió un alza del 68 por ciento en el último año.

Para los expertos existen varias causas que provocan el encarecimiento de la vida, especialmente de la canasta alimenticia.

El economista y docente de la Universidad de El Salvador, Evaristo Hernández señala tres aspectos fundamentales que generan dicha crisis económica: el principal es de carácter estructural, ya que el Modo de Producción Capitalista se basa en la tesis “produciendo riqueza, creando pobreza”, un segundo punto es la crisis del petróleo y un tercero la depresión de la economía estadounidense.


Produciendo riqueza, creando pobreza
La lógica del capitalismo se concretiza aun más en el campo alimentario, en el sistema actual los gobiernos y los empresarios, producen bajo el principio de máxima ganancia ignorando las necesidades de subsistencia populares.

En el sector agrícola priorizan por rubros de exportación, tal como el café o la caña de azúcar, dejando en abandono cultivos de sostenimiento alimentario como el fríjol, maíz y verduras. Para suplir esta demanda alimenticia el país depende de la exportación y en el mercado mundial los precios de los alimentos se regulan bajo la lógica de máxima ganancia, enfatizó Hernández.

Esto representa un problema mucho más grave, pues dichos países prefieren vender sus productos a mercados como el chino, que con el alto poder adquisitivo de sus millones de habitantes representa un multimillonario mercado de consumidores.

En comparación Centro América y El Salvador, en particular, no es un mercado atractivo y por lo tanto no se convierte en destino preferente para enviar sus productos, generando escasez y especulación en el mercado alimentario interno.

Evaristo Hernández explicó que otro factor que influye en el alto costo de la vida es la crisis del petróleo: “el petróleo mueve las plantas de energía y al subir el costo de este aumenta en consecuencia el precio de la energía, esto tiene un efecto cascada en toda la industria nacional y por lo tanto todo lo demás sube deprecio”, a esto se suma el impacto en los procesos de distribución de bienes y en los transportistas.

Un ejemplo reciente es el incremento al costo del pasaje, al gas propano y el imparable encarecimiento de los alimentos, en este último punto, el petróleo impacta doblemente, por un lado se aumenta el costo del pasaje y por el otro, las grandes potencias para sustituir el uso de petróleo han iniciado la producción de bio-combustibles, cuya materia prima es el maíz y caña de azúcar, provocando mayores precios internacionales.

El tercer factor es silencioso, pero igualmente mortífero. Hernández señala que la depresión económica estadounidense ya tiene efectos directos sobre la economía salvadoreña, debido principalmente a la dolarización.

El Dólar en la actualidad es una moneda “frágil” y enfrenta una creciente depreciación con respecto al Euro, al punto que en los últimos meses el Euro se cotiza 50 centavos arriba del Dólar, fenómeno que provoca que al exportar productos desde Europa los salvadoreños deben pagar 50 por ciento más.

Otro efecto a corto plazo es la cesantía laboral que enfrentarán miles de compatriotas que trabajan arduamente en Estados Unidos y que sostienen con sus remesas a sus familias, estos pueden perder sus empleos.

Con la reducción de las remesas muchas familias perderán su capacidad de consumo impactando directamente en el mercado nacional, lo que a su vez generaría perdida de empleos locales.

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